Crónica Chupachups del Estrecho Valloré - 18/01/2015

Gran fin de semana de carga en Aliaga, en el que hemos combinado trail y MTB, aprovechando además para progresar en la creación de “la innombrable” (que no se debe nombrar, según la RAE).

Aunque la salida de hoy tenga como objetivo fundamental investigar el bucle de Montoro de cara a la creación del monstruo, enlazando Hoya Serval-Montoro-la Puente en sentido antihorario, esta vuelta tiene entidad por sí misma, por lo que decido bautizarla con el nombre de “chupachups del estrecho de Valloré”, considerándola una vuelta dura… en un entorno salvaje y espectacular, y que nos permitirá acumular unos 1.700m D+ en tan sólo 53 km.

Aquí está el track y algunas reseñas de la ruta:

Domingo 9:30. Meeting point: the ball. A las 9:30 en la bola.

Dejando de lado el frío intenso, incluso doloroso, el primer tramo del día no supuso mucho esfuerzo. Y es que los -5ºC que marcaba el termómetro en la puente hacen pupa viniendo de Castellón… o de Cerler de hacer skimo. Nunca he deseado tanto empezar a subir!.

La pista de la subida de la Puente nos la encontramos en un estado bastante bueno, mucho mejor que en verano, mezcla de la ausencia de precipitaciones, del paso de algún vehículo y de la temperatura por debajo de cero del terreno. Alguna rodera llena de hielo hacía necesario andar con cuidado, verdad Richi?, ya que no llevábamos cadenas para nuestros neumáticos 2.0.

Tramo de las "eses" de la Subida de la Puente hasta la portera de arriba.

A mitad de la subida alcanzamos los primeros rayos de sol, que se aliaron al desnivel acumulado para que nuestros fríos cuerpos templaran, y sobre todo para que mi cerebro empezara a funcionar y a barajar como posibilidad viable el no rajarme y coger el camino de vuelta a casa más corto. Al paso por el Mas de Fuentes pudimos divisar puntos de parte del recorrido de trail realizado el día anterior: masía del Feligrés, Salto del Gato, masía del Galabardal, cabecico de la Ermita (1.545 m.)… manchadico de una fina capa de nieve. Teritorio comanche.

Alcanzada la cota más alta de la subida (1.505 m.), y con poca percepción de esfuerzo, decidimos separarnos. El horario y las obligaciones mandan, y es que la incertidumbre del tramo Montoro-la Puente y la certeza de que restaban más de 1.000 m D+ por acumular debían ser tomados en consideración. “Hasta luego Richi. Si tengo problemas me sacarás con tu flamante Land-Rover!. Cuidadín en la bajada”. La bajada a Montoro, pasando por el poblado de Hoya Serval… increíble y muy muy rápida. En total 11,0 km descendiendo 639 m, de terreno muy corredor en general.

Una vez en Montoro te encuentras como en un hoyo. Como en el infierno. Cota 866 m, y rodeado de las paredes del estrecho de Valloré, que son una frontera geográfica brutal para alguien como nosotros que utilizamos como única arma una MTB y como gasolina exclusiva nuestra propia mezcla de glucógeno y grasa (bueno, algún flaquín se mete algún Ferrero Rocher).

Montoro de Mezquita al fondo del valle.

El ostión psicológico nada más cruzar el río Guadalope es grande. Giro a izquierdas 180º (misma sensación que cuando enganchas la subida a Hoya Serval desde la piscifactoría de Pitarque), y rampa de lanzamiento hacia el hiperespacio exterior, hacia el cabezo del Cerro. Three-two-one … zero!. No me queda más remedio que echar el pie a tierra en una pista que tiene trazas de haber sido construida para la galería, y no para el uso público. Terreno suelto y pendientes que superan el 30%. Más del 30%, he dicho bien. ¿Dónde están los Ingenieros de Caminos?. Tras unos 25 min de no creer lo que estoy subiendo, este tramo ya tiene rango de “segmento” en Strava, “La imposible de Montoro”. Y es que esta aplicación de uso mundial está haciendo mucho daño!. Datos técnicos: 1,5km - 270mD+ - 18,1% pendiente media.


Por fin puedo subir de nuevo a mi montura y dar pedales. Machos de cabra hispánica por doquier. Me encuentro en mi terreno. La cabra tira al monte!.

Llega la primera colada del día, saltándome una intersección invisible y bajando hacía la “casa de las Chulillas”. Regreso (subo) sobre mis propios pasos y el track marca saltar un vallado… de más de 3 m de altura. Más de 3 m de altura, he dicho bien. No se aprecia camino. Es un campo plantado de carrascas para la trufa, con riego por microaspersion. Impotente e incrédulo ante la situación, Scalpel a las costillas y campo a través intentando seguir el track. Tras 500 m de porteo sobre terreno malucho, engancho de nuevo pista y track. Sin saberlo en ese momento, ya está resuelto uno de los problemas sobre MTB que me había planteado en esta zona desde hace más de dos décadas. Se puede evitar este porteo, dando una gran vuelta hasta rodear la Masada del Peirón y pasando por la Masada de las Cañadas. Se harían unos 4.600 m de distancia más. Es cuestión de valorarlo.

Enlace subida Montoro - bajada Valloré, Puro I+D con porteo.

A partir de ahí aun queda algún rampón de “pies a tierra”, pero mi sentido de orientación intuye que el inicio del descenso a la Puente está próximo, una vez rodeado el cerro de la Puente a casi 1.400 m de altitud y de haber cruzado la cabecera del barranco de Vallorelico.

El descenso hacia la Puente es peliagudo, con mucha piedra gordota suelta y roderas. Vamos, una maravilla que impide disfrutar de las vistas de mi querida muela Cerra, y de mi preferida muela del Galabardal.

Bajada hasta la masada del Estrecho Bajo.

Una vez debajo de la Horquilla, a cota 1.200 – 1.100m el terreno ya es familiar, y tan solo queda superar el último e inesperado problema del día. Unas cuantas vacas bravas con cara de pocos amigos. Otro flanqueo lateral monte a través por la cara Oeste de la masada del estrecho bajo y ya estoy en la Puente. Son las 14:00. Prueba conseguida. I+D+I fructífero.

Gracias por la compañía Richi. Gracias por la información técnica Ger.

Mucho monte! Toni.