lunes, 11 de enero de 2016

LA CABRA: SECCIÓN SALUD.

Os paso un corta y pega que me parece curioso de la revista digital Carreras Populares. Este Enero publica dos aspectos importantes sobre salud cardiovascular en el deporte.


El chequeo salvavidas, ¿por qué no lo hacemos?

Una cifra aplastante. 9 de cada 10 muertes súbitas en el deporte se podrían evitar haciendo un reconocimiento pre-competición a los deportistas. Así de simple. Y, sin embargo, aún sabiéndolo, ni la gran mayoría de los deportistas aficionados se ha hecho una prueba de esfuerzo o un reconocimiento completo, ni tampoco la gran mayoría de pruebas exige a los corredores que así lo hagan. 

El debate está abierto, y las preguntas a resolver son muchas y diversas. ¿Determinadas pruebas más exigentes deberían obligar a los deportistas a pasar un reconocimiento para competir? ¿Deberían ser las Federaciones? ¿Por qué no lo hacemos los deportistas por propia voluntad y sí que lo haríamos si nos obligaran? ¿La sanidad puede asumir hacer cientos de miles de chequeos médicos?
Las estadísticas

Desempolvemos un par de estadísticas. ¿Cuántas muertes súbitas aparecen en personas menores de 35 años? Las cifras nos dicen que, aproximadamente, la incidencia de la muerte súbita es de 1/133.000 varones/año y de 1/769.000 mujeres/año, según datos citados por Araceli Boraita, miembro del servicio de cardiología del Centro de Medicina del deporte del Consejo Superior de deportes. De ellas, aproximadamente 1 de cada 10 está relacionada con el deporte. La estadística nos dice, por tanto, que la muerte súbita en el deporte es relativamente infrecuente, pero como cada vez hay más participantes en carreras, cada vez vemos más casos. Es pura lógica.


Una solución muy simple: Italia vs. EEUU

Pongámonos a viajar. Vayamos, por ejemplo, a Estados Unidos. Entre los 25 millones de deportistas de competición que aproximadamente existen en los EE.UU, de nuevo según datos que nos expone Boraita, “se estima que ocurren de 1 a 5 casos de muerte súbita por millón y año”. Cojamos un avión y viajemos hasta Italia. ¿Qué sucede allí? Italia ha conseguido reducir en un 90% las muertes súbitas en los deportistas. Especialmente aquellas que vienen causadas por una miocardiopatía hipertrófica, que es la que se detecta con estos chequeos y la más habitual. 

¿Cómo lo han conseguido? De la manera más sencilla posible. “Los italianos implementaron hace muchos años el screening obligatorio de la gente que hacía deporte a nivel intenso –nos cuenta el doctor Brugada- y no permiten que la gente que tiene miocardiopatía hipertrofia practique determinadas pruebas”. Así de tajante. 

“A todos los individuos a quienes se les detecta este problema que es relativamente sencillo de diagnosticar –relata Brugada- no se les ha permitido hacer deporte en Italia y el número de muertes por hipertrofia en Italia es insignificantecomparado con el de EEUU, por ejemplo, donde no hay ninguna obligación de hacer ninguna prueba a gente que quiera hacer deporte”.
Normativa que salva vidas

La normativa italiana tiene origen en 1971. Desde entonces, existe una ley de protección médica para actividades deportivas, que obliga a sus deportistas a obtener un certificado de idoneidad previo a la competición. Con pocas cuentas que hagamos y a pesar de que haya pocos casos de muerte súbita al año, tras más de cuatro décadas, los italianos han salvado decenas de vidas gracias a esta obligatoriedad.

En muchos países del mundo, sólo se exige pasar reconocimiento médico en determinadas actividades de riesgo como el buceo, el motociclismo o el boxeo. ¿Podríamos considerar la práctica del running, trail o actividades similares como una actividad que nos pone en riesgo? O, al menos ¿se debería considerar así a partir de determinada distancia, como los maratones o ultrafondos? Es una controversia con la que federaciones, médicos y deportistas no se ponen de acuerdo. 

Según palabras del cardiólogo Darío Sanmiguel publicadas en un reciente artículo: “la principal causa de muerte en los corredores no es otra que las enfermedades cardiovasculares. Ello hace cuestionar si correr es saludable. Lo que es indudable es que el sedentarismo mata a más personas que aquellos que realizan ejercicio físico regular. Pero nosotros hemos sobrepasado una fina línea. Nosotros competimos, superamos nuestros propios límites y eso es peligroso”.


¿El chequeo previo debería ser obligatorio? Coste y beneficio

Según la doctora Boraita, “el reconocimiento precompetición reúne casi todos los requisitos para ser considerado de utilidad en salud pública y está sobradamente justificado teniendo en cuenta que las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad relacionada con el ejercicio”.

Ante estas afirmaciones en las que coinciden todos los cardiólogos consultados, ¿por qué no se obliga a hacer chequeos? Según la doctora, el debate está abierto desde hace tiempo y, “esta falta de difusión” de este tipo de pruebas “es fundamentalmente debida a razones económicas basadas en la relación coste-efectividad, ya que según ciertos autores sería preciso reconocer a más de 200.000 deportistas para evitar 1 solo caso de muerte súbita”. Brugada coincide, “hay un debate sobre la relación coste/beneficio de hacerlo a toda la población”. 

Pero bien, si la sanidad pública no puede asumir ese coste, planteémonos ahora por qué no optar desde el ámbito privado por obligar. Es decir, ¿deberían obligar ciertas pruebas a tener un certificado médico antes de competir?. Ya hay carreras que obligan a tenerlo, pero por el momento son una minoría. Pero ahora simplemente planteémonos, como corredores, una cifra más. ¿Cuánto dinero estaríamos dispuestos a gastar en unas zapatillas que nos ayuden a solucionar algún problema físico en nuestro pie? ¿Cuánto dinero gastamos en averiguar si nuestro corazón está sano? El debate está servido.

Fuentes: Entrevistas propias, [ Artículo Araceli Boraita ] y [ Artículo Darío Sanmiguel ]

Arritmias cardíacas en el deporte

POR FRANCISCO - 17/12/2015
Podría existir cierta relación entre la fibrilación auricular y la práctica deportiva de alta intensidad, aunque todavía no se puede identificar como factor de riesgo.

La fibrilación auricular es una arritmia cardíaca en la que existe una actividad en la aurícula desorganizada y un patrón en el electrocardiograma característico. Puede tratarse de una enfermedad crónica o presentarse de forma brusca y puede existir en individuos con o sin enfermedad cardíaca. Sus causas se relacionan con el estrés emocional, postcirugía, intoxicación alcohólica aguda, enfermedades pulmonares, enfermedades del tiroides, patologías cardíacas, etc.

En un estudio realizado por el grupo de Enfermedades Cardiovasculares del Hospital Clínico de Barcelona y publicado en la revista European Heart Journal, propone que el ejercicio de alta intensidad realizado durante muchos años podría predisponer a padecer fibrilación auricular.

El estudio se basó en el análisis de 1160 pacientes durante un periodo de tiempo de dos años y se encontró un 6% del grupo con fibrilación auricular y menores de 65 años. En 32 de estos pacientes se encontró como característica común el antecedente de actividad deportiva de alta intensidad, practicada durante años en la edad juvenil y con posterioridad. Resulta curioso destacar que todos los pacientes de este grupo eran varones y la mitad de ellos llevaban una vida sedentaria en la actualidad.

A continuación se compararon los pacientes deportistas (32) con el grupo de pacientes sedentarios con fibrilación auricular y menores de 65 años, observándose que en el primer grupo las crisis de arritmias comenzaban en una edad más temprana pero registraban menor incidencia de hipertensión arterial. Los episodios de fibrilación auricular se presentaban con más frecuencia por la noche durante el descanso. En los sedentarios no se encontró esta relación tan clara.
Otra de las pruebas que se valoró fue el ecocardiograma que se basa en el uso de ultrasonidos en el diagnóstico de enfermedades cardíacas. Se analizaron los parámetros ecocardiográficos de los pacientes deportistas, sedentarios y de veinte controles sanos, obteniéndose como resultado que tanto los deportistas como los sedentarios tenían aurícula de mayor tamaño al igual que mayor masa ventricular, frente a los controles sanos. A su vez, se observó que la proporción de deportistas entre los pacientes que tenían fibrilación auricular era del 63% , lo que se encuentra por encima de la incidencia de la población general.

La fibrilación auricular existe en individuos jóvenes, donde en el 30-40% de los casos esta arritmia tiene un origen desconocido, por lo que se presupone la existencia de algún factor que predisponga a padecerla. Concluye que son necesarios más estudios a diez o veinte años para evaluar hasta qué punto se puede hablar del ejercicio intenso y prolongado como factor de riesgo para el desarrollo de fibrilación auricular.

En cuanto a la muerte súbita en el deporte, El grupo de mayor riesgo son los varones que con 35 años o más se inician un buen día a la práctica del deporte, estimulados por todos los mensajes oídos y escritos de que el deporte es salud o con la ilusión de perder algunos kilos de más, con la ilusión de estar y encontrarse en forma, parten de cero y se lanzan sin más a ello. Si este individuo tiene un riesgo al hacerlo de este modo, mucho más lo tiene si fuma, o es hipertenso y no lo sabe, tiene el colesterol alto, etc. Lo correcto es valorar si el corazón está bien "sano" y se le puede "dar caña", valorar la situación de la parte cada cual, es decir la forma física actual, la respuesta del organismo al esfuerzo (tensión arterial, arritmias, etc) y todo esto se logra realizándose un control previo a la práctica deportiva.
Este control consistirá en una buena historia clínica, una revisión pormenorizada de los posibles factores de riesgo que concurran en cada individuo, una exploración cardiológica exhaustiva, un electrocardiograma basal, una radiografía de tórax, una prueba de esfuerzo con capacidad funcional aeróbica, y si uno lo quiere hacer ya muy bien, un ecocardiograma. Con el resultado de todo esto se puede recomendar un tipo y modalidad de deporte para cada situación y además se puede descartar alguna anomalía existente que impida o no recomiende la práctica de algún deporte o de todos. Además esto servirá como posibilidad para abandonar los malos hábitos o costumbre como son el tabaco, sedentarismo, exceso de peso, etc. Incluso la instauración de una dieta de mayor calidad.

Con todo esto lo que podemos concluir es que ningún corazón va a sufrir un accidente grave si está sano, que el ejercicio por si mismo no desencadena este tipo de respuesta si la estructura cardiaca es normal. Por lo tanto se necesita de una alteración importante de la estructura cardiaca y de la función para que se desencadene esta respuesta o dicho de otro modo, se precisa de un miocardio alterado con un sustrato arritmogénico para que se de una muerte súbita. Aunque recientes publicaciones nos recuerdan que hay entre un 2-3% de gente que mueren súbitamente y no se puede dilucidar por ningún mecanismo la causa real de esa muerte.

Tratamiento de la arritmia 

En muchas ocasiones no es necesario ningún tratamiento porque la arritmia cede al poco tiempo. Si se están consumiendo bebidas excitantes en grandes cantidades hay que eliminar las de la dieta. El tabaco puede provocarlas, así que se abandonará.

El médico valorará si es necesario iniciar un tratamiento médico con antiarrítmicos, betabloqueantes,etc. De ser así será necesario hacer un seguimiento más controlado del enfermo. En algunas ocasiones puede ser necesario administrar descargas eléctricas (cardioconversión) para que cedan. Después de esto se utilizarán algunos medicamentos.

Se puede recurrir a la implantación de un marcapasos que controle el ritmo cardiaco. La cirugía también es otra opción cuando los otros tratamientos no pueden controlar la arritmia. Después de localizar la zona del tejido cardiaco que causa la arritmia, se procederá a su modificación y así ya no se producirá la arritmia.

Nota: Fuente: revista digital Carreras Populares, número 49, Enero 2016. http://www.carreraspopulares.com/revista/