jueves, 7 de agosto de 2014

PERNIL EN JORCAS

Hoy ha sido una salida multitudinaria. La marea rosa a copado las pistas de la sierra de Miravete, Villarroya, Allepuz y Jorcas. Y es que un grupo tan multitudinario no es fácil encontrarlo e imposible con estos miembros, llenos de energía, alegría, espíritu ciclista, compañerismo y felicidad.

La mañana empezaba con la subida a Miravete. Por un lado los BTT globers, subiendo por Valdepérez y por otro el grupo asfalto, más numeroso y ágil. Una vez en Miravete reagrupamos a todos los componentes de la etapa. Queremos desde la cabra mandar un saludo muy especial a estos miembros, lo hemos pasado en grande con vosotros.

Joaquín guió al grupo para coronar las antenas de Villarroya. Una subida de unos 2 kilómetros muy técnica que nos llevan al techo de la etapa, a unos 1500 metros de altura.


Germán y yo ya anduvimos con Toni por esas pistas atravesando las torretas de piedra. Fuertes, erguidas combatiendo el paso del tiempo. Tan útiles para nuestros antepasados para guiar por las sendas al ganado cuando la nieve lo cubría todo con su tono blanco. Algo que te devuelve al espíritu de esta tierra que sigue respetando las costumbres y sus monumentos. 
Y a partir de aquí coser y cantar. La sorpresa que nos esperaba en el merendero de Jorcas era de aúpa!. Yo pensé en un pernil y todos rosigando, pero la alegría fue mayúscula. Queso, vino, olivas, jamón y pan. Bueno y Purito con su "purito" claro, jejejeje. 

Dos miembros de La Cabra vestidos de Jarreros disfrutando de un almuerzo perfecto. Muchísimas gracias a los porteadores del Jamón, vino y demás víveres. Sin vosotros nada de esto hubiese sido posible.
Los cortadores de jamón se turnaban para ir montando las tapas. Unas tapas llenas de energía pernil e ilusión por comer el jamón ganado en la carrera de Ejulve.
Pero toca volver a casa. Lo bueno breve dicen que es dos veces bueno y esto no podía alargarse mucho más. Cumplidos unos 38 kilómetros aún nos quedaba afrontar un poco de pista, varios pasos por el río (como auténticos críos de 3 años, jiji) y una kilometrada de asfalto. Además, las fuerzas iban mermando y algún componente del pelotón empezó a resentirse y pasar por malos momentos.


Pero si algo hace que este grupo sea especial es la comprensión y compañerismo. Nunca dejamos solo a un compañero, ni en la montaña ni en la bici. Chino chano nos plantamos en el alto de Camarillas y ya sólo quedaba el último esfuerzo por concentrarnos y bajar hasta Aliaga sin que haya percances.
En este punto Germán y yo abrimos los amortiguadores de las Cojas y nos lanzamos por una senda que sale a La Porra. Increíble en 32 años no haber visto esta senda pero gracias a Germán disfrutamos muchísimo para completar los 65 kilómetros de la etapa con sus 941 metros de desnivel positivo.
Y colorín colorado esta crónica se ha terminado. Espero que estos días podamos seguir escribiendo más y más, eso significaría que seguimos disfrutando del deporte, del pueblo, del monte y de la compañía de todos nuestros amigos.
Felicitar también a los dos jóvenes que se han venido con nosotros, unas máquinas a los pedales.
Nos vemos por Aliaga, un saludo y mucho monte compañeros.


1 comentario:

  1. Puro Maestrazgo en una ruta mas propia del altiplano andino. Altura, esfuerzo y buen rollo. Gracias Richi por este capitulo de la cabra.

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