El fin de semana prometía. La climatología, el valle, el pico, la compañía... Todo estaba preparado para disfrutar de la montaña en el valle de Hecho y conocer un rincón nuevo de nuestro Pirineo.
La quedada fue para el sábado por la mañana. Esto de ir a la montaña se hace duro cuando, después de madrugar toda la semana, el despertador suena en tu día libre a eso de las 6. Desayuno fuerte, ronda para buscar a los amigos, petates al coche y camino a las montañas.
El refugio de Lizara es un sitio agradable y al que se accede en coche. Colgado a 1.540 msnm es centro logístico para el esquí en invierno y las ascensiones en montaña. Desde ahí y con bien de crema por el Sol, empezamos nuestra ruta para coronar el Bisaurín.
El calor era sofocante. Después de la gota fría que dejó la semana anterior nieve en todo el Pirineo, dudamos si coger los crampones y piolets. Nunca se sabe como pueden estar las palas de más de 45% de pendiente. Los chicos del refugio ya nos dijeron que no y, efectivamente, la cara Sur de nuestro pico estaba llena de piedras y gente, pero sin nieve.
Entre la multitud en las alturas un viejo conocido en el mundo de la alta montaña, el alpinista Juanito Oiarzabal.
Fuimos con recelo a su encuentro tras gritarle desde lejos, "Juan, ¿podemos hacernos una foto contigo?". A sabiendas de su carácter quisimos asegurar, pero nos contestó de forma simpática "si vienes tú hasta mí si". Jijjijijijiji.
Cara Norte a la izquierda de la imagen. Con Óscar y su nieve en esa vertiente.
Cima de Bisaurín, 2.670 msnm. De izquierda a derecha: Jorge Nogales (cinturitas), Richi, Gabriel, Jorge Barea, Óscar.
El itinerario de bajada fue el mismo. Cresteamos un poco por la cima en busca de una circular que, al principio estaba marcada con hitos, pero que rápidamente se tiraba por la cara norte para descender por una pala con 3 dedos de nieve. Ante la incertidumbre de dónde acabaría y si deberíamos pisar demasiada nieve sin material decidimos bajar por el mismo sitio. Canchales muy muy muy inclinados que se hacen pesadísimos de bajada.
Al rededor de 3 horas 30´ de actividad. Unas 6 horas incluyendo la comida, fotos y paradas. Acumulamos 1.126 positivos para un recorrido de 10,5 kilómetros. Suma y sigue!.
Alguna ampolla en los pies, rasguños de caídas en la bajada y demás heridas de guerra no hicieron que las cervezas, el vermut casero y el vino corrieran toda la tarde. Vaya festival de buen rollo en el refugio. No paramos de hablar de montaña, retos futuros y algo de tecnología en todo el finde.
Si la meteo hablaba de calor por el día no os quiero hablar del calor de la noche. 5 jabalíes compartiendo literas entre ruidos que parecían más de caverna de osos que de personas. El mercurio se tornó a valores más tropicales.
Amaneció temprano. La sequedad en nuestras tráqueas, fruto de una mezcla entre el calor, la sal de la magra y el zumo de endrinas que tan bien manejan los navarros, nos sacó del catre antes de lo esperado.
Tras el desayuno un pateo por las pistas de esquí de fondo de Lizara.
Y de ahí corriendo a ver las motos a Jaca. Paseo para ver los ciervos y reserva para disfrutar de la alfombra roja de Márquez a Lorenzo. Sin comentarios.
Esto es todo amigos. Un finde lleno de monte y risas. Si os confieso una verdad.... Sólo tengo agujetas en la cara, de reirme.
Un fuerte abrazo a todos. ¡¡¡Salud y mucho monte compañeros!!!.
Gran crónica, finde perfecto, muchas risas y mejor compañía! Aupa atletiii!!!
ResponderEliminarVaya finde más majo y que majas las fotos, la crónica, los modelos y Juanito!!! Tendremos que hacer más de estas!!!
ResponderEliminarEso, eso, yo quiero también! Qué bueno... Su que para alfombra la que pusieron los otros 20 a Rossi... XD
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